sábado, 9 de noviembre de 2013

La cabaña en el bosque, se abrió la caja de Pandora. Homenaje al género de terror

Vuelvo de los cines Princesa, yo entraba en el templo cuando Drew Goddard se marchaba ya. Sí, ha venido a Madrid a presentar su película, y sí, es una pena que por una sesión, (yo he sacado entradas a las 22:00 y el hacía la premier a las 20:30, en este emblemático cine de barrio de mi Madrí), me haya perdido su charla. En fin, otra vez será. Vayamos al meollo de la cuestión, La cabaña en el bosque, toda una sorpresa en el panorama del cine de terror o ciencia ficción. Me ha gustado, y por eso aunque mis amigos estén de fiesta, en esta ciudad hoy de mierda hasta los codos gracias a nuestra alcaldesa, y a una huelga que apesta, yo llego a casa y me pongo a escribir frente al ordenador. That’s the way I am, and I Will do it my way.
El terror, el miedo, eso que te lleva al lado oscuro una vez franqueado el umbral del odio (Star Wars). Me fascina sentirlo. Me encanta. Me gustan los retos, los desafíos, siempre ha sido así y siempre así será. Esta película es un homenaje a muchas otras, generadas por ese sentimiento atávico que nos hace conscientes de nuestra propia mortalidad. Para mí el miedo es refrescante, es generador del fuego de la subsistencia, es aquello que provoca en nosotros que despierte la fiera que se afianza con sus garras a la vida, el superviviente, el que lucha. Eso cuando queda miedo, porque también se puede dejar de sentirlo, y ser un guerrero en paz. Sentimos miedo porque tememos lo desconocido, porque el mal existe, porque el demonio aguarda en nuestro interior intentando arrebatarnos nuestra alma. Sentimos miedo porque vamos a morir, porque la vida y la muerte son un misterio en sí mismas y la corrupción de nuestro espíritu es siempre una amenaza que está ahí, amenazante, acechante a la vuelta de la esquina.
He leído la entrevista a Drew Goddar del Club Renoir. Dice que desde muy crío tuvo libertad para disfrutar del género en su plenitud. A mí me pasó lo mismo. Dice que Alien fue la primera película de terror que vio y le fascinó. A mí también, no puedo estar más de acuerdo. (Por cierto, homenaje también a la más dura, Sigourney Weaver, en esta película, la única capaz de freir Aliens a base de coraje y corazón, con dos huevos, sí señor). Dice que aquella película le hizo salir en busca del miedo. A mí ponerme a prueba, probar mis límites y arriesgarme, a veces como un estúpido, siempre me ha provocado.  Dice que ama el género y que quería ofrecer al público divertimento. Sin duda lo ha conseguido, objetivo logrado. Lo pongo en el pedestal junto a James Wan, y al sempiterno Sam Reimi (le venero por su Spiderman I y II, su Arrástrame al infierno y su Boogeyman entre otras), de los directores con más futuro en esto de asustar a la peña.
Se nota que ha visto mucho cine. Se nota que es guionista, escritor. No porque esta película te deje un poso profundo, (eso es lo único que le falla, que le falta, eso y que no asusta tanto como se podría esperar), sino porque coge el género, le da varias vueltas, juega con él, lo voltea, le da varios giros, y el resultado es de enciclopedista, no un chiste, sino una peli  que mola un puñao con resultado más que curioso. No quiero joderle el espectáculo a nadie, no pienso entrar en la trama, pero sí diré que es más que interesante, que tiene cosas de “El show de Truman”, y es reflejo de una sociedad que sacrifica a unos para salvar a otros, y te controla e intenta controlarlo todo, agostando los espacios de libertad. Algunos ven su serie Perdidos, como la metáfora del camino del guerrero que el misterioso antropólogo Carlos Castaneda plantea en sus libros, fruto de su experiencia con los chamanes del antiguo México. (Por algo las drogas en esta peli abren el camino de la verdad). Yo he leído a Castaneda, y no es una chorrada más. Increíble sí, sobrenatural también, esotérico, fantasmagórico… Lo que quieras, pero no es una tontería su águila de fuego, y ahí lo dejo. El otro día mientras comía con expertos en Seguridad Informática de Banca, gente con la que trabajo (dirijo una Comisión sobre este tema entre otras), me comentó un compañero que Guerra Mundial Zeta (guión de este director), podría ocurrir en cualquier momento, y lo primero que se iría al carajo serían las comunicaciones. Por otro lado, el mejor modo para frenar una epidemia sería cortar el transporte. A Drew, le interesa y mucho lo apocalíptico, lo monstruoso, lo que desde la antigüedad obsesiona al corazón humano, y es prometedor que haya creadores de talento con esta pasión.  Además maneja muy bien el juego de espejos… Quién no entienda esto último igual lo pilla al ver la peli. Resumiendo, se abrió la caja de Pandora, para algunos esta cinta será de culto, yo sólo espero poder disfrutar de muchas buenas películas que vengan después (nunca me canso de lo bueno, siempre quiero más, insaciable sí señor), y me pongan la piel de gallina, o en el mejor de los casos me hagan estremecer, masoquista que es uno también.
Puntualizar que el guión es de Drew Goddard y Joss Whendon, un tipo capaz de escribir Toy Story, Los Vengadores, Alien Resurrection. O dirigir Mucho ruido y pocas nueces. ¡Atención! En 2015 dirige los Vengadores II. Qué se puede decir. Está todo dicho.
Del reparto diré que Kristen Connolly es para mí una belleza y un descubrimiento reincidente (me gusta desde Revolutionary Road). Chris Hemsworth parece sólido, tras su Thor se va afianzando. Los demás todos bien. Disfrútenla. 

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