jueves, 14 de noviembre de 2013

Poemas sobre la soledad y la libertad

Débil es la carne - Lord Byron
Y eso eres fuerza de tu soledad, en ti saberte vivo - Luis Cernuda



Buenos días noche.
Buenas noches día.
¡Quiero carne para sostener mis huesos
Y huesos para sostener mi alma en su caída!
 a Vicente Huidobro

En Grecia incluso los Dioses envidiaban a los hombres que querían cambiarlo todo.



Benditas sean las ansias
Por encima del delirio
De escribir poesía
O intentarlo.
                                                                                                      Te doy mi soledad,
Te lo doy todo.
Mi dolor es infinito,
Mi tristeza es un océano.


Puedes
Puedes llamarme loco,
Yo te entiendo.
Yo no soy como tú,
Yo vivo al día.
Puedes llamarme loco,
Yo te entiendo.
Yo no soy como tú,
La noche es mía.
Las nubes se deshacen en mi pecho.
Los pájaros me miran.
La luna me ha guiñado su único ojo,
Me protegen silencios,
Y yo siento un hondo amor profundo
Por todo lo que tengo
Por todo lo que siento
Por la vida.



Conchas

Conchas,
                        Como huellas en el mundo.

Tantas,
                        Abandonadas a su suerte,     

Tantas abandonadas…

Efímeras lagunas,
                        Memorias del olvido.
                                   Pisadas de otros pies.
                                               Miradas de otros ojos.

Distintas dimensiones…

                                   Distantes entre sí.

Conchas,

                        Conchas vacías del aire.

Tantas,

                        Abandonadas a su suerte.

Memorias irreales                   de recuerdos forzados.
Caminos que se cruzan           sin cruzar sus destinos.

Almas abandonadas,
                        Tantas abandonadas,
                                   Efímeras lagunas
                                               De un mundo irreal.

Conchas,

                        Como hombres en el mundo,
                        Como huellas en el mar.


Soy nadie siendo libre 
Soy nadie mas navego
Y eso hace que todos toquen siempre el eco de mi hombro.
Soy nadie y no me añoro ni añoro descubrirme.
Prefiero ser de nadie,
Tejido por la lluvia prefiero ser remoto. 

Sueños en la ventana 
Sueños en la ventana,
a luna abierta.
La noche se arrodilla
Como una sombra.
Malditos esos sueños que fueron nunca.
Y fuera está lloviendo,
Y yo aquí solo,
Pero también contento mientras añoro. 

Lobezno 
Hoy hay luna llena,
Y yo mi amor soy un lobo.
Que aúlla entre sombras
Y vislumbra la noche en el camino.
Sólo oscuridad y el crepitar de grillos
Que avecinan el verano,
Tras un invierno y un otoño.
Hoy hay luna llena,
Y yo me hermano con la noche amarilla,
Porque yo mi amor soy un lobo,
Que aúlla entre sombras,
Y vislumbra en medio de la noche
Y su telaraña amarilla,
Un futuro.


Lobo de hielo
Loneliness, es tan solo una palabra,
Como tantas otras:
Tiradas, maltratadas, desatadas, anudadas entre ellas.
Crines de sombra desde el agujero de la aguja.
Clamor en las garras del extraño pétalo.
El sol se cae del cielo, ya lo has visto,
Capricho del destino alboreando.
El recodo se vuelve espacio en donde cabe el mundo,
Un lobo de hielo,
En unas manos.
Y en el atardecer de un nuevo día,
Me arropo con la faz de los caminos.
Detrás de la palabra, cae la sábana.

Así
Así me dejas entre la alameda,
A golpe de ciclón en roca tibia.
Así dormido para ser esfera
De aquello que se llena de hermosura.
Así no reconozco sino pena
Y en pena me agiganto como huella.
Y aunque no se decir, camino y digo,
Y lento me levanto de la tierra.
No sé en dónde me he perdido,
Ni dónde está el rumbo que no hallo.
No sé y sin embargo yo lo escribo,
Y escribo y me autoengaño.
Así como si pareciese que supiera,
Así me dejas entre la alameda.


Ars poética
Última voz y voz última.
Cargada de palabra y de codicia.
No puedo traicionarme en un poema.




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